martes, 17 de noviembre de 2009

Poeta de la bicicleta- Thalita Cumi (María Elena Silva Badilla)

Poeta de la bicicleta

(homenaje a Jesus Natalio Jiménez)

Referirme a tí
es un conjunto de poemas complejos.
Te escribo para aplicar una terapia
a mi confundido corazón

Mi clima comienza a cambiar
al imaginarte
locuazmente deslizándote con la nieve
por las cumbres de Mendoza.
Tú cerrándole el paso al viajero
como un acto de audacia.
También te imagino como turista
por el río de Puntra,
donde vivía mi abuelo Badilla;
con la facha neta de extranjero
meneándote con tu cámara fotográfica
colgando por tu espalda

¡Qué fashión eres Jesús!

Eres igual a un bosque inexplotable
donde las aves hacen camino y ríen.
Eres como el sol que alegre va a descansar
para levantarse con la cara llena de resplandor.

¡Te admiro plenamente!

Tu espontaneidad no hace más que sorprenderme.
Biológicamente el hombre con los años pierde estatura
pero tu añades milímetros a tu corazón.

Cada vez que te observo estás escribiendo versos.
Eres un gran río...

Si tus versos los encimaras
como billetes
¡Ah, si tendrías plata!
Pero no importa porque la suma eres tú.


Este desconcertante intento de poesía no hace otra cosa que inundar mi alma de asombro. Es evidente que intentó la autora, homenajear al personaje llamado "poeta de la bicicleta", intentó y fracasó rotundamente, diríamos. No obstante, si algún mérito literario tuviera sería ese, original al mango!! a nadie que tuviera las neuronas al día se le ocurriría escribir un verso como "¡Qué fashión eres Jesús!"
Una doble herejía, porque podría alguna inocente monjita atragantarse con una bola de fraile al leer ese verso y pensar que se trata de Nuestro señor, pero no, no y no, es otro "señor". Un señor que no sabemos de qué modo, induce (declararlo culpable please) a la autora a definir sus poemas como "complejos" ¡¿?! (complejos o confusos, confusos o imbéciles, imbéciles o confundidos? ¿Hé?.
Aparece luego, en esta simpática semblanza, el señor éste, Jesús (no nuestro señor, sino el señor de ella, la thalita cumi) haciendo diferentes cosas (todas confusas y extrañas) en esta estrofa, a saber:

"Mi clima comienza a cambiar
al imaginarte
locuazmente deslizándote con la nieve
por las cumbres de Mendoza.
Tú cerrándole el paso al viajero
como un acto de audacia.
También te imagino como turista
por el río de Puntra,
donde vivía mi abuelo Badilla;
con la facha neta de extranjero
meneándote con tu cámara fotográfica
colgando por tu espalda"

¿Por qué le cerraría el paso al viajero y se deslizaría por la nieve? Se referirá a algún suceso que el "poema" no nos aclara, será que la autora y el referido poeta ciclista se fueron de "escapada un finde a Mendoza"y por eso recuerda el meneo (de la cámara) en la espalda; y bueno, este poema daría para hacer un análisis psicosociológico, quizás un poco más extenso, sin dudas, pertenece a la corriente espantográfica de poesía, y me parece, humildemente, que tiene méritos para competir en este premio.
La poesía del homenaje ha dado a luz esperpentos, pero ninguno de la estatura horripilante de éste. Y ahora los abandono un rato, que tanta risa me dió dolor de estómago.

Doctora Beatriz Marlo

3 comentarios:

  1. ¡Miérrrrrrcoles, compadre! ¡Hay que scribir algo así!!!!!

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  2. Esto es muy fuerte, merece una copa...de cianuro

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  3. Tenés toda la razon Anónimo... me uno al brindis pero yo con mi birrita... a esta altura ya estoy a medio camino eh! jaja!!
    A la salud de Thalita, para ella el cianuro!!
    Elsa Bor de Lencuentro.

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